miércoles, 20 de junio de 2007

¡¡Crisis!! ¡¡Allá donde mire, solo veo crisis!!


Bien, uno diría que tras veinte días con este pobre invento abandonado a su suerte tendría material para hablar y hablar de las apasionantes aventuras de mi vida y obra…pero no.
En realidad, estoy creativamente en lo más profundo de la mente, donde sólo habitan la desesperación y las ideas que otros tuvieron antes. No es un lugar bonito, creedme.
Han caído en mis, la mayor parte del tiempo, ociosas manos, tres obras de alto gramaje. Dos pequeñas virguerías insultántemente didácticas sobre el cine y el cómic, una (la primera) a cargo del cejacas de Scorsese* y la otra de mano de Scott Mc Cloud**. Completando el Triforce, un conmovedor híbrido entre los dos medios, American Splendor.
Demasiado para alguien que renunció a su creatividad hace un lustro y medio ya.
Demasiado ver a Harvey Pekar, un administrativo misántropo sin aspiraciones vitales que, sin embargo, deja tras de sí una historia de apasionante vulgaridad y rancio romanticismo.
Demasiado escuchar (leer) a McCloud: “Opino que todos decimos algo con nuestro trabajo…claro que, cabe preguntarse: ¿A quién interesa?”…Atentos, por favor, a la definición que da el amigo de arte: “cualquier actividad humana que no sea resultado de ninguno de los instintos básicos: la supervivencia y la reproducción”. Estupefacto, desgrano y me doy cuenta de que mi única habilidad la he puesto al servicio de la supervivencia del modo más despegado. Dibujo, si. Pero solo storyboards. Cuento historias, si, pero las historias de otro y, además, del modo que mi escriba de turno quiera. Y si no, no cobro.
Repaso mi “obra artística”, a falta de una definición mejor y con un sangrante extra de decepción. Una saeta más se aloja en mi costado de San Sebastián: leo en una entrevista a Max que un dibujo, una historia, un cómic, es un regalo del autor al mundo, que hay que hacerlo sin esperar que nadie lo observe, lo lea, lo aprecie o lo descarte. Ea. Mi actual regalo para la humanidad son estampitas destinadas a que los ejecutivos de Vodafone, Peugeot o Forlasa se sirvan de ellas para entender mejor una propuesta…todo envuelto en celofán y con una pegatina que reza “Espero que te guste, especie humana”.
No me malinterpretéis, es mi trabajo, hay uno para cada hombre, me entretiene, me resulta sencillo casi siempre y paga esta conexión a Internet para empezar, y el resto de las cosas para seguir. Pero…

¿Tengo una historia que contar?, ¿Conozco la manera de hacerlo?, ¿Alguna vez la he conocido?, ¿Dejare algo tras de mí?, ¿Por dónde empiezo? Las respuestas actuales son un “no” y un "no sé". A estas y a otras sandeces a olvidar por todos vosotros y a rumiar por mi parte…
Y así, sin demasiadas fuerzas y sin especial drama, vamos llegando a la treintena del anonimato y la mediocridad. Dicho esto sin calimerismos...como dicen en Granada, é lo que é.


*A Personal Journey with Martin Scorsese trough American Movies
**Entender el cómic. El arte invisible. Publicado por Astiberri. http://www.astiberri.com/a_entenderelcomic.asp
Si valoráis el consejo de un amigo, leed este libro, y entenderéis mi actual falta de ilusión por la vida y, además, aprenderéis cosas divertidas.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Nueva cabecera de turretrato! Ahora que veo q empiezas a tunear tu blog ya te daré unos cuantos consejillos para mejorarlo un poco más.

Este jueves igual me paso por unos conciertillos que hay en plan gratis de Mastretta, Miqui Puig y esa gente... Es en una plaza de Fuencarral... No obstante, creo que tenemos pendientes unas cañitas por mi barrio Lavapiés. ¿no es asi?

El resto del finde me piro a San Adrianing, celebramos una fiesta tradicional en el campo. Es en plan tribal, tu sabes las cosas que tienen los pueblos...

Anónimo dijo...

tienes historias y sabes como contarlas. deja a calimero y ponte manos a la obra! alvarito tú público confia en ti!

Anónimo dijo...

eres adorable!

Isra dijo...

Recuerda mucho a una vieja frase de una de las tantas reconstrucciones nacionales de Perucito en los 1800s, ante la decadencia de la clase política: Donde se pone el dedo, salta la pus (Manuel González Prada)

Anónimo dijo...

Qué me vas a contar, que llevo haciéndome esa pregunta desde que entré en la universidad...

Como diría otro insigne creador: "Álvaro, ¡hay que rodar!"

Fran... dijo...

No desespere usted ilustrísima, tenemos muchas y grandes cosas que contar.

Dentro de cientos de años, los libros de arte se preguntarán retóricamente que tenía el agua, o el aire de Torrelavega para generar tanto talento en tan corto periodo de tiempo. DEsde la más absoluta y devota ebriedad te animo a que creemos una célula de activismo creativo anarco capitalista de tres pares de cojones como seis soles.

Obelix cayó en su marmita, nosotros crecimos respirando Sniace. Dicho queda.

Un abrazo, me voy a potar...

Togusa dijo...

Pero vamos a ver, ¿sabes cuantos dibujantes de tebeos has frustrado por el camino como para que ahora te venga a ti una crisis de artista?

YA me estas haciendo las puñeteras paginas de prueba de Iron man de una santa vez. O repitiendo las de arcade. O algo, leches.

Anónimo dijo...

fin de la crisis, primera parte